Naciones Unidas, 19 jul (Prensa Latina) La recuperación verde en América Latina y el Caribe es posible sin nuevos recursos financieros, sino una mejor estrategia a la hora de invertir, afirmaron hoy especialistas del Observatorio de la Recuperación Global.
Según los resultados de una nueva herramienta, que monitorea las políticas de gasto fiscal relacionadas con la Covid-19 anunciadas por los 33 países de la región y que da seguimiento al gasto por la pandemia, muestra que la recuperación ecológica es posible, pero se necesita una mejor inversión.
Esa es la conclusión de la iniciativa Observatorio de la Recuperación Global, dirigido por la Universidad de Oxford, y que cuenta con el apoyo de los Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo y para el Medio Ambiente.
«Alinear las inversiones con un futuro limpio, verde y sostenible no consiste tanto en gastar más, sino en gastar mejor», aseguró la secretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático, Patricia Espinosa.
América Latina se ha visto gravemente afectada por la pandemia de la Covid-19, una región que alberga al ocho por ciento de la población mundial, registra alrededor del 29 por ciento de las muertes por esa enfermedad, y que económicamente vio su producto interno bruto contraerse un siete por ciento en 2020.
En tal sentido el Observatorio mostró que Latinoamérica gastó en sectores no sostenibles siete mil 400 millones de dólares, frente a los mil 500 millones de dólares invertidos en iniciativas sostenibles.
De esa cantidad el 74 por ciento se destinó a infraestructuras de energías de origen fósil, y el 13 por ciento a infraestructuras portuarias y aeroportuarias no sostenibles, lo que provocará un aumento de las emisiones de carbono.
Al respecto, la responsable de ONU Cambio Climático llamó a alinear los esfuerzos de recuperación con el Acuerdo de París, o la forma en la que los países puedan aprovechar el gasto para acelerar la transición hacia una economía sostenible e inclusiva.
También insistió en identificar opciones en materia de energías renovables no convencionales, eficiencia energética, transporte público y privado con cero emisiones, y soluciones basadas en la naturaleza que garanticen la adaptación en sectores clave para las comunidades, como la agricultura y el desarrollo urbano.